Doblemente penetrada por su hijastro y un compañero del trabajo

Las madrastras ya no son aquellas mujeres malas que le hacían la vida imposible a los hijos de sus maridos. No, ahora esas mismas mujeres quieren agradar todo lo posible y si eso pasa por acostarse con sus hijos, lo harán y además con mucho gusto. Esta rusa se ha convertido en la zorra oficial del hijo de su esposo y no son pocos los encuentros sexuales que tiene no solo con él, sino también con otros chicos. Esta vez la suerte estuvo de cara para uno de los compañeros de trabajo de su hijastro y entre los dos se la follaron por culo y coño a placer. Daba gusto ver cómo le entraban las dos pollas al mismo tiempo cada una por un agujero y salta a la vista que no es la primera vez que lo prueba.